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La ciencia más avanzada para combatir el cáncer

Introducción

El cáncer de pulmón es el más letal que existe. En Puerto Rico es la primera causa de muerte por cáncer. Aunque el tratamiento del cáncer de pulmón ha mejorado mucho en los últimos años, la mejor manera de enfrentar esta enfermedad es evitarla o detectarla a tiempo, cuando aún puede curarse. 

Este artículo complementa la información sobre diagnóstico y tratamiento, enfocándose en cómo reducir el riesgo de padecerlo y en las pruebas de screening (tamizaje) que permiten encontrarlo en estadios muy tempranos. Si quieres conocer cómo prevenir el cáncer de pulmón y cuáles son los métodos de detección temprana que están disponibles, mira el episodio de PanOncology Talks en el que la Dra. Marcia Cruz-Correa, gastroenteróloga oncóloga, y la Dra. Santa Merle, hematóloga oncóloga, exploran las guías internacionales de prevención y detección temprana de cáncer de pulmón.

¿Por qué es tan importante la detección temprana?
El cáncer de pulmón suele detectarse en etapas avanzadas porque muchos pacientes no presentan síntomas claros hasta que la enfermedad ya ha crecido. Sin embargo, cuando se identifica en estadio I o II, la probabilidad de curación (por medio de cirugía) puede superar el 60%. En cambio, si se diagnostica cuando ya hay metástasis, esas posibilidades caen dramáticamente.

“Detectar cáncer de pulmón en fase inicial puede aumentar la supervivencia en un 20% o más, porque se puede extirpar antes de que se propague,” explica la Dra. Marcia Cruz-Correa.

Factores de riesgo y prevención primaria

Tabaquismo (activo y pasivo)

El consumo de tabaco es la causa principal de cáncer de pulmón.

  • Fumadores activos: La mayoría de los diagnósticos se da en personas que han fumado durante años.
  • Fumadores pasivos: Quienes conviven o trabajan en ambientes con humo de tabaco también están en riesgo elevado.

¿Qué hacer?

  • Abandono inmediato del cigarrillo: Existen programas gratuitos o de bajo costo con terapia de reemplazo de nicotina (chicles, parches), medicamentos como vareniclina o bupropión y consejería conductual.
  • Evitar ambientes con humo: Para tu casa y tu auto, establece políticas familiares de espacio 100% libre de humo; en el trabajo, solicita áreas separadas o filtrar el aire adecuadamente.
El factor de riesgo más importante para desarrollar cáncer de pulmón es el tabaco, ya sea que fumes directamente o que estés expuesto al humo de otros (fumador pasivo).

Exposiciones ambientales y ocupacionales

Algunos trabajos o entornos domésticos pueden aumentar el riesgo de cáncer de pulmón:

  • Radón: Gas incoloro que se filtra desde el suelo hacia casas y edificios. Niveles altos se relacionan con casos de cáncer pulmonar.
  • Polvos y químicos en el trabajo:
    • Sílice y arsénico en industrias como la minería o la construcción.
    • Humo de biomasa en cocinas de leña mal ventiladas.
  • Contaminación del aire urbano: En días de alta smog o partículas en suspensión, el humo y los gases contribuyen a la irritación crónica de las vías respiratorias.

¿Qué hacer?

  • Medir el radón en casa: Compra un detector económico o solicita uno a tu municipio/organización de salud pública. Si los valores superan 4 picoCuries/litro, considera mejorar la ventilación o instalar sistemas de extracción en sótanos.
  • Usar protección respiratoria (mascarillas N95) en ambientes con polvo o contaminantes industriales.
  • Mejorar la ventilación en cocinas de leña: Instala campanas extractoras que lleven el humo al exterior.

Detección temprana: pruebas de screening

¿Quiénes deben hacer el screening con TC de baja dosis?

Las guías internacionales (incluyendo las del U.S. Preventive Services Task Force) recomiendan la tomografía de tórax de baja dosis en las siguientes personas sin síntomas:

  • Edad entre 50 y 80 años.
  • Historial de tabaquismo: 20 pack-years o más (1 pack-year = 1 paquete de cigarrillos al día durante 1 año).
    • Ejemplos: 1 paquete al día por 20 años, 2 paquetes al día por 10 años, o 20 años en total de exposición combinada.
  • Exfumadores: Si dejaste de fumar hace menos de 15 años, sigues en riesgo y debes continuar con el screening anual.
Mano de paciente programando un tomógrafo para una TC de baja dosis, recomendada para personas con historial de tabaquismo y riesgo de cáncer de pulmón.

 

¿Cómo se realiza el tamizaje?

  • La CT de baja dosis es un escáner especial que utiliza menos radiación que un CT convencional.
  • Dura solo unos minutos y no requiere preparación complicada: entras, te colocas en la camilla, tomas aire por unos segundos y la máquina hace el barrido.
  • Un radiólogo revisa esas imágenes para identificar si hay “nódulos” (pequeños bultos) en el pulmón que podrían ser cancerosos.

¿Qué pasa si encuentran un nódulo?

No todos los nódulos significan cáncer. Existen criterios, como los del consenso Fleischner, que guían el seguimiento:

  1. Nódulos menores de 6 mm y sin factores de riesgo adicionales pueden revisarse con un nuevo CT en 12 meses.
  2. Nódulos entre 6 y 8 mm o con antecedentes de cáncer: se aconseja CT de control en 6 meses y, dependiendo del cambio de tamaño, biopsia o vigilancia continua.
  3. Nódulos mayores de 8 mm: suelen requerir evaluación más rápida con PET-CT o incluso biopsia directa.

Si el neumólogo o radiólogo recomienda biopsia, ya sea por broncoscopia (introduciendo un tubito en las vías aéreas) o por aguja desde fuera del pecho, esa muestra confirma o descarta cáncer.

Herramientas emergentes: biopsia líquida y pruebas de sangre

En PanOncology Trials se está trabajando para que la detección sea aún más sencilla:

  • Biopsia líquida: Se obtiene una muestra de sangre para buscar fragmentos de ADN tumoral circulante.
    • Permite detectar mutaciones incluso antes de que el tumor sea visible en una imagen.
    • Resulta muy útil cuando la biopsia de tejido no es factible o la masa es demasiado pequeña para tomar muestra segura.
  • Pruebas de marcadores en el aliento (en estudio): Detectar moléculas volátiles que sugieran la presencia de células cancerosas.

    “Nuestro objetivo es tener una prueba de sangre que nos diga si una persona tiene un cáncer de pulmón incipiente, de manera que podamos intervenir incluso antes de que el tumor sea detectable por imagen,” enfatizó la Dra. Santa Merle.

El rol del médico de atención primaria y la educación al paciente

La primera vez que acudes al médico por una tos persistente, falta de aire o incluso en tu examen anual, es posible que te hagan una radiografía de tórax. Si aparece un nódulo, estas son las recomendaciones:

  1. Derivación inmediata al neumólogo: Es el especialista encargado de valorar los nódulos pulmonares y ordenar el CT de baja dosis si cumples criterios de riesgo.
  2. Registro de síntomas y antecedentes:
    • ¿Has fumado? ¿Cuántos paquetes al día y durante cuántos años?
    • ¿Tuviste exposición a polvo de sílice, arsénico o radón?
    • ¿Tienes antecedentes familiares de cáncer de pulmón?
    • Esto ayudará al neumólogo a decidir si el nódulo necesita biopsia o simplemente vigilancia.
  3. Consejería en cesación tabáquica: Cada médico primario puede ofrecer información sobre programas de cesación, recursos de apoyo local y grupos comunitarios que acompañan el proceso de dejar de fumar.

La educación continua de pacientes y familiares implica:

  • Reconocer los síntomas iniciales (tos que no cede, pérdida de peso inexplicable, cansancio persistente).
  • Comprender que el tabaco no es el único riesgo: la exposición ocupacional (minas, fábricas, humos de biomasa) también cuentan.
  • Conocer que la detección temprana puede salvar vidas y es responsabilidad compartida entre tú y tu equipo de salud.

Estilo de vida saludable para reducir el riesgo residual

Incluso después de dejar de fumar, el riesgo de cáncer de pulmón sigue elevado durante 15 años. Estas acciones ayudan a mantener tus pulmones saludables:

  • Ejercicio moderado y constante: Caminar 30 minutos al día, practicar respiración profunda o hacer yoga suave mejora la capacidad pulmonar y la circulación.
  • Alimentación balanceada: Consumir frutas y verduras ricas en vitaminas y antioxidantes (brócoli, bayas, espinacas) fortalece tu sistema inmune.
  • Evitar contaminantes: En días de alta contaminación ambiental, procura quedarte en interiores y usa purificadores de aire domésticos cuando sea posible.

Conclusión

Prevenir y detectar temprano el cáncer de pulmón es una tarea conjunta entre pacientes, familiares, médicos de atención primaria y especialistas. Con el abandono del tabaco, el control del radón, el uso de mascarillas en ambientes polvorientos y el tamizaje anual con TC de baja dosis, tienes la oportunidad de encontrar cualquier lesión cuando aún es curable. Además, las biopsias líquidas y las pruebas de sangre que desarrollamos en PanOncology Trials prometen llevar la detección a un nivel más accesible y menos invasivo.

“La clave es detección temprana: si encontramos el cáncer de pulmón en etapa inicial, podemos extraerlo y aumentar significativamente tu probabilidad de cura,” asegura la Dra. Marcia Cruz-Correa.

Si cumples con los criterios de riesgo o tienes colesterol de tabaco, habla con tu médico de atención primaria sobre la CT de baja dosis y considera participar en estudios de detección temprana. ¡Actúa hoy para proteger tu salud mañana!

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